Aprendiendo a Despojarnos

¿Te has preguntado que te llevarás cuando te mueras?

Esta fue la pregunta que vino a mi mente y me hizo reflexionar hace algunas semanas atrás cuando me di cuenta, que la decisión que habíamos tomado mi esposo y yo nos llevaría a una nueva etapa en nuestra vida.

Al meditar en las escrituras pude entender que en esta vida somos extranjeros;  aquí cito unas palabras de las escrituras; Porque nosotros, extranjeros y advenedizos somos delante de ti, como todos nuestros padres; y nuestros días sobre la tierra, cual sombra que no dura.”  1 Crónicas 29:15

Viviendo una vida en el ministerio, hubo cambios en nuestras vidas y nuestra familia, que nos han llevado a tomar decisiones que afectarán nuestro futuro, más ahora que nuestros hijos son adultos y han dejado su nido.

Acompañando a mi esposo y viajando por diferentes tierras, he aprendido a acomodarme a diferentes lugares y situaciones,  y en nuestro trayecto nos hemos encontrado con lindas personas que nos han tendido una mano amiga dándonos su apoyo y albergue cuando lo necesitamos.

Algunas veces me he sentido que ya no sé de donde soy como dice una canción popular “No soy de aquí ni soy de allá” pero siempre he tenido la esperanza que no importa a donde esté,  siempre regresaré a mi casa de muchos años. Mas sin embargo esta vez fue diferente, ya que antes de nuestro ultimo viaje de ministerio vendimos nuestra casa y no fue hasta que regresamos, que me di cuenta que habíamos cometido, no un error, pero si algo a lo que yo no estaba preparada, a  despojarme de mis pertenencias y a los recuerdos de muchos años,  ya que dejaríamos la casa en donde nuestros hijos crecieron la mayor parte de sus años, la casa en donde hemos vivido por mas largo tiempo, y nos moveríamos de una casa a un condominio pequeño, por lo que ya no tendríamos el mismo espacio.

Al principio sentí que no iba a acostumbrarme pero fue cuando reflexioné y oré al Señor y le pedí que me diera claridad y paz en el paso que habíamos tomado, y el Señor me mostró una palabra No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan”. Mateo 6: 19-20 Y esta fue la frase que mas me hablo donde dice “Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.” Lucas 12:34

Fue aquí donde recordé que el Señor nos enseña a no aferrarnos a lo material, porque cuando lo hacemos, entonces sufrimos y me hizo recordar que cuando me muera, nada me llevaré. ¿Entonces porque aferrarme a lo que no me llevaré? Porque no tenemos aquí ciudad permanente, sino que buscamos la por venir.” Hebreos 13:14

Así es que gracias al Señor me dio de su paz y me gozaré con lo que tengo, lo más precioso tengo a mi familia y mas aun, pronto seremos abuelos.

Disfruta a tu familia que es lo más importante.

Marina Pinto.

Columbia-IMG_5438-001

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Leave a comment